La alimentación de los pequeños

 

 

Las necesidades nutricionales de los niños cambia a medida que el niño crece, es muy importante que en los primeros años de vida del niño se fomenten unos buenos hábitos alimenticios para que en el futuro siga en la buena línea alimenticia. Conseguir esto no siempre resulta tarea fácil para los padres, pero si se introducen en su dieta gran variedad de alimentos nutritivos y que además le resulten atractivos por su sabor, será más fácil hacerle ver que comer no sólo es algo que se hace para sobrevivir, sino que, deben entenderá que se puede disfrutar comiendo, y disfrutará más si además de degustar alimentos que le resulten agradables, pueda hacerlo en un entorno relajado y rodeado de su familia, desgraciadamente el ritmo de vida que se suele llevar en la mayoría de las familias hace que este último punto sea casi imposible de llevar a cabo.

Como decíamos, a medida que el niño crece necesita más calorías, y tiene distintas necesidades a nivel nutricional. La cantidad de comida que necesita para satisfacer sus necesidades nutricionales y energéticas diarias varía en función de la altura, peso y actividad. Para que sirva como referencia a continuación se añade una tabla que muestra la cantidad de calorías, proteínas, calcio y hierro que un niño necesita por regla general, basándonos en la edad.

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Alimentación y nutricion de niños escolares y pre- escolares

 

 

El alimento nutre la vida del niño en cada una de sus diferentes épocas del desarrollo: lactancia, preescolar, escolar y adolescente. Los padres y los cuidadores, haciendo elecciones dietéticas, pueden favorecer su óptimo crecimiento, aunque las experiencias personales con el alimento, integran y orientan al niño en otras vertientes como son los aspectos sociales, emocionales y psicológicos de su vida.

Cualquiera que sea la edad, el niño necesita los mismos nutrientes que el adulto, tan solo cambian las cantidades y las proporciones. Como todo ser humano, tiene que ingresar energía, pero siempre relativa a su tamaño corporal. Le agradan muchos alimentos de los adultos, pero, sin duda alguna, son diferentes la forma, el tamaño y las combinaciones a la hora de prepararlos.

Aunque muy relacionados por las edades y por consideraciones educacionales, sin embargo, en la exposición que sigue se considerarán dos grupos de niños que se encuentran en las primeras fases del aprendizaje académico: el preescolar y el escolar. Cada uno de estos grupos será tratado de forma distinta desde el punto de vista alimenticio.

Niños preescolares (2 a 5 años)

Niños de estas edades aceptan tan solo una serie limitada de comidas, y excluyen en ocasiones determinados alimentos de los que grupos fundamentales. Por ejemplo, algunos solo comen arroz, pasta, leche y queso, y rehusan cualquier otro alimento. Este tipo de conducta es: a) frecuente y habitualmente de corta duración en el tiempo, b) aparenta corresponder a una dieta monótona, pero puede ser nutricionalmente adecuada, c) no debe preocupar, a no ser que persista de forma prolongada en el tiempo.

Importa recordar que, como quiera que los niños pueden ellos mismos regular su ingesta energética para satisfacer sus necesidades, les es posible, instintivamente, elegir aquellos alimentos que proporcionen los nutrientes que necesitan, que sean capaces de digerirlos y de no causarles intolerancias.

Entre las edades de 2 a 5 años los niños deben, gradualmente, pasar a una dieta que aporte un 30% de la energía total en forma de grasa, constituyendo la saturada, un tercio de la misma. La dieta de un niño, que contenga menos del 30% de la energía procedente de los lípidos, puede no proporcionar suficientes calorías para el crecimiento. La ingesta adecuada, pero no excesiva en grasa, no incrementa los riesgos de enfermedad cardiovascular en años posteriores.

Principales problemas nutricionales de los preescolares en países occidentales

a) Utilizando el Indice de Alimentación Saludable se ha observado que aproximadamente el 75% de los preescolares necesitan mejorar su salud nutricional.
b) La deficiencia de hierro es la más frecuente y de ello se deriva: anemia, crecimiento inadecuado y retraso de la maduración cognitiva y del lenguaje.
c) La ingesta inadecuada de fibra y de líquidos puede conducir a estreñimiento. Las recomendaciones, en cuanto a gramos de fibra al día, se basan en utilizar la siguiente fórmula: edad del niño en años + 5.
d) Las recomendaciones de líquidos son de unos 1200 mL para los preescolares, que vas aumentando hasta 2200 mL para los adolescentes.
e) La excesiva ingesta de dulces y de snacks puede contribuir al desarrollo de caries dental. En muchos casos es recomendable la suplementación con flúor.
f) En países subdesarrollados la carencia de vitamina A es una de las principales e importante deficiencias vitamínicas.


Plan diario alimenticio para un preescolar (tentativo)

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Ejemplo de menú

Desayuno
1/2 tazón de leche 3/4 tazón de cereales 1/2 plátano
Almuerzo a media mañana
2 cubitos de queso 1/2 manzana en rebanadas
Comida
1/4 tazón de zahanorias ½ tazón de legumbre, cocida 1 rebanada de pan ½ tazón de leche
Merienda a media tarde
4 galletas 1/2 tazón de leche
Cena
1/2 tazón de leche 1 muslo de pollo 1 rebanada de pan 1/2 naranja

Niños en edad escolar

La comida de mediodía es, en nuestro país, la más importante del día. No se trata tan solo de aportar en ella los nutrientes esenciales, sino también de favorecer un buen rendimiento escolar, y familiarizar a los niños con hábitos alimentarios correctos. Con ellos disfrutarán de un serie de alimentos saludables que les ayudarán a evitar enfermedades, tales como obesidad, hipertensión, diabetes mellitus, caries, problemas cardiovasculares, etc.

Menús escolares

Con la masiva incorporación de la mujer al trabajo fuera del hogar, son muchos los padres que apenas ven a sus hijos durante el día. Ello hace que algunos carguen a los centros escolares con la responsabilidad de que los niños aprendan lo que deben comer. Cuando regresan a casa, resulta muy difícil para algunos padres persuadir a sus hijos de que tomen verdura, ensalada, legumbre, pescado o fruta, alimentos, tan imprescindibles para una dieta equilibrada, rechazados con frecuencia por muchos. La mayoría consumen con agrado pastas, arroz, pollo, carne, frituras, lácteos y dulces. Pero se muestran reacios a ingerir productos más saludables, a pesar de la insistencia de muchos padres.

La realidad de los menús escolares es siempre mejorable, en unos lo es mucho más que en otros, pero los defectos graves en los menús pueden obedecer frecuentemente a circunstancias socioeconómicas y culturales. En general se ha podido detectar la disminución en los últimos años del abuso de los postres dulces (natillas, helado, bollería).

Medidas que deben establecerse

Entre las recomendaciones que conviene realizar es la de aumentar la oferta de pescado, ensaladas, verdura, legumbre y fruta fresca. Y, a su vez, disminuir el consumo de frituras y platos precocinados, postres dulces y bollería. También conviene variar la presentación y forma de preparación de los platos, no abusar de salsas fuertes, eliminar la grasa visible de las carnes, acompañar los segundos platos con guarnición distinta a las patatas fritas, y combinar legumbres con cereales, para proporcionar proteínas vegetales.

La base está en combinar la satisfacción de las expectativas organolépticas (presentación, sabor, olor, textura) de los niños hacia esos menús, con sus necesidades nutritivas, muy objetivas y concretas. Las recomendaciones anteriores se basan en argumentos proporcionados por dietólogos. Parten de la realidad inmediata : de los menús que se ofrecen en algunos centros y de los hábitos alimentarios de los niños en edad escolar. Con relativa frecuencia se dan, por ejemplo, productos refinados dulces (snacks dulces, refrescos, golosinas) y salados (hamburguesas, salchichas, pizzas, patés), que constituyen una alimentación rica en azúcares simples y/o en grasas saturadas y colesterol.

Bases de la comida de los niños en un centro escolar

El menú escolar conviene que represente un 40 % del valor calórico total del día, y no deben faltar los alimentos que contribuyen al desarrollo del niño y a la adquisición de correctos y saludables hábitos alimentarios. A continuación se presentan dos menús distintos, que pueden servir de ejemplo

Menú A

Primer plato: arroz o pasta o patatas + legumbre o arroz + legumbre
Aportan: hidratos de carbono, fibra, y proteínas vegetales
Segundo plato: carne o pescado o huevos con guarnición
Aportan: proteína animal, hierro, zinc grasa animal y aceite vegetal y ciertas vitaminas
Postre: fruta fresca o producto lácteo
Aportan: vitaminas y minerales

Menú B

Primer plato: verduras (con o sin patata) o ensalada variada
Aportan hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales
Segundo plato: carne o pescado o huevos con guarnición
Aportan: proteína animal, hierro, zinc, grasa animal y aceite vegetal y ciertas vitaminas
Según la guarnición, así será el aporte de nutrientes
Postre: fruta fresca o producto lácteo
Aportan: vitaminas y minerales

Recomendaciones para los menús escolares

Las más admitidas son:
a) Elaborar platos ricos en proteínas vegetales, hidratos de carbono complejos y fibra, combinando cereales y legumbres. Ejemplo: lentejas o garbanzos con arroz, pasta con guisantes, etc.
b) Aumentar el consumo de pescado. Cocinar trozos con pocas espinas y guisarlos de diferentes formas, de manera que resulten más atractivos: con salsa, al horno, en croquetas, albóndigas.
c) Eliminar la grasa visible de las carne.
d) Cocinar con poca sal.
e) Incluir diariamente ensaladas y/o verduras cocidas.
f) Incluir diariamente fruta fresca
g) La guarnición puede estar compuesta por verdura cocida o ensalada, no siempre con patatas fritas. En los platos que les gustan más a los niños, tales como pollo, filete, croquetas, albóndigas, es más fácil incluir estas guarniciones.
h) Evitar la monotonía en la presentación o en el guiso
i) Evitar el consumo frecuente de productos precocinados y rápidos de preparar como empanadillas, hamburguesas, croquetas, sanjacobos, salchichas.
j) Para los segundos platos, son mucho mejor los productos frescos: carne, pescado, huevos.
k) En los postres, no dulces, ni bollería, ni lácteos muy azucarados. Lo más recomendable es: fruta y yogur.

Para los padres:
Hábitos formales recomendados a la hora de comer


Los más representativos pueden ser los siguientes:
a) El comer de manera adecuada necesita ser enseñado.
b) Coma con su hijo, y a poder ser, con toda la familia al mismo tiempo.
c) Enseñe a su hijo a poner, limpiar y quitar la mesa
d) Coma en un lugar tranquilo, sin que se vea la televisión, ni se oiga la radio
e) Un plato pequeño y hondo facilita que la comida pueda cogerla el niño con la cuchara.
f) Comidas nuevas, una detrás de otra, en días distintos. Ofrézcalas al principio, cuando el niño tiene más apetito.
g) Siempre que sea posible, sirva las comidas en trocitos, para que el niño las pueda coger con los dedos y llevárselas a la boca.

* Verter la leche en el tazón de los cereales
* Lavar los componentes de las verduras o de las ensaladas
* Preparar sandwiches
* Pelar los plátanos

También puede ser interesantes el enseñarles a
* Hacer albóndigas o hamburguesas
* Preparar la masa de algunas postres o galletas

Mejorar la nutrición del escolar

A la exposición que precede se pueden añadir una serie de recomendaciones para favorecer una buena nutrición. Algunas se indican a continuación:

1. El niño debe consumir alimentos variados para asegurarse una buena nutrición. Cada día debe comer de los 5 grupos de alimentos de la Guía Pirámide de los Alimentos.
2. Conviene que coma frutas, verduras y productos derivados de cereales ya que son ricos en vitaminas, fitonutrientes y fibra.
3. Las frutas, verduras y otros componente dela dieta contienen fibra, nutriente que ayuda a mantener un ritmo regular del tránsito intestinal.
4. Un alto porcentaje de niños no comen tres porciones de verdura al día, que es la cantidad recomendada para ellos.
5. Las frutas y sus zumos son alimentos ricos en vitamina C. Además de la leche y del agua, el zumo natural de frutas es una bebida saludable para los niños. Los zumos deben ofrecerse con moderación, aproximadamente la cantidad obtenida de dos frutas al día. Cantidades superiores puede hacerles disminuir el apetito y en ocasiones dificultar una normal absorción intestinal.
6. Los zumos de fruta nunca deben ser sustituidos por bebidas azucaradas adicionadas de saborizantes.
7. Los niños necesitan consumir a diario alimentos ricos en calcio. Es difícil satisfacer las necesidades de calcio sin ingerir leche y derivados. Aquellos con alergia a la leche deben tomar productos que cumplan con esas necesidades.
8. Hay que estimular en niños la actividad física. Debe existir un adecuado equilibrio entra ingesta y ejercicio físico, además, el ejercicio constituye una parte importante del aprendizaje del sistema motórico.

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Pautas para padres de niños que no se aliemtan bien.

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1 No obligar nunca a comer a un niño. Un adulto puede que se niegue a probar bocado por los dictados de la moda pero a un crío aún no le pesan las normas sociales. Por tanto no se debe insistir en que el niño trague a toda costa.

2 Cuánta cantidad de comida es necesaria. Cada uno de nosotros necesita un aporte calórico distinto, razón por la que la alimentación no puede tomarse como una ciencia exacta. Unos zampan como elefantes mientras otros comen como pajaritos. ¿Por qué entonces se intenta medir a los niños por el mismo rasero? Un niño de año y medio puede que necesite comer la misma cantidad que un bebé de nueve meses.

3¿Seguro que no come nada? Para la mayoría de los padres no comer nada significa que su hijo no engulle lo que ellos creen que necesita. Quizá si su medida fuera medio plato en vez de uno repleto hasta el borde cambiaría su percepción.

4 Los que de verdad no comen. Las enfermedades y los celos provocan un rechazo a la comida que suele ser transitorio y una vez solucionado el problema regresa el apetito.

5 El trabajo de mamá. El regreso laboral de mamá origina en ciertos bebés una negativa a alimentarse si no lo hace su madre. Pueden no consumir nada en ocho horas y luego ponerse las botas cuando ella regresa.

6 Un asunto de honor. Los padres, sobre todo las madres, suelen vivir la inapetencia como un agravio personal. Otras consideran un deber atiborrar a su hijo.

7 Culpabilidad. Frustración y un terrible sentimiento de no saber cumplir como lo hicieron con ella, fustigan a muchas madres para quienes la hora de la comida es un calvario.

8 Niños incomprendidos. Imagínese qué pensará su hijo. Él, que sólo cuenta con el cariño de sus padres, de repente se ve atacado por aquellos en quienes confía, que insisten en cebarle cuando ya no le entra más y encima se enfadan y le gritan.

9 La prueba definitiva. Coma en proporción a lo que da a su hijo. Si el niño pesa 10 kilos y engulle un plato, tráguese usted cinco o seis raciones. Seguro que revienta.

10 Pecho “for ever” y a libre demanda. La leche materna es el alimento más completo y nutritivo. Si el niño no pierde peso es conveniente alargar la lactancia hasta el año o los dos años. Siempre sin imposición de horarios, porque él ya lo pedirá cuando lo necesite.

11 Las papillas. Nunca se debe sustituir el pecho por la infundada creencia de que los cereales alimentan más. Cuando los niños ya degustan papillas hay que saber que casi ninguno logra terminarse la medida recomendada porque es simplemente una orientación, no un dictado.

12 Horror a las verduras. El pequeño estómago de los niños admite pequeñas cantidades, o sea, muchas calorías en poco volumen. Las verduras contienen mucha fibra y escasas calorías, por lo que les enguachina pero no les sacia. Apenas unas cucharadas serán suficientes para que le saquen el gusto.

13 La papilla de frutas. Con las frutas viene a suceder lo mismo que con las verduras. Si el crío las rechaza pruebe a darle una manzana a mordiscos o una pera en trocitos, por ejemplo. Las recomendaciones y mezclas frutales del pediatra no tienen por qué ir a misa.

14 Respetar el sueño. Algunos padres enchufan a sus hijos el biberón mientras éstos duermen y después se quejan de que no comen cuando están despiertos. ¡Pero si ya se han alimentado!

15 Chucherías prohibidas. Al margen de que el niño coma o no coma, los dulces y las famosas chucherías sólo una vez al año para que no hagan daño.

16 La crisis del año. Justo a los 12 meses se frena la velocidad de crecimiento y por tanto no precisan la misma cantidad de alimento. A partir de los cinco años aumentarán el gasto energético y las necesidades.

17 El perceptil. Las gráficas de peso traen fritos a los padres. En cada país se elabora una distinta y nunca coinciden entre ellas. ¿Quiere eso decir que según el lugar del mundo en que pesen a su hijo estará por encima o debajo de la media?

18 Defensas infantiles. Los más pequeños se defienden ante la indigesta ofensiva paterna a base de hacer bola, escupir e incluso vomitar. Nunca se niegan por capricho. Evolutivamente los críos tienden a rechazar los sabores desconocidos por simple supervivencia.

19 Un dragón llamado alergia. La alergia puede provocar la negativa del niño a ingerir ciertos alimentos como la leche, el gluten, el huevo o cualquier otro incompatible con su inmaduro organismo. Por eso es conveniente no obligar a comer.

20 Estimulantes del apetito. Los tónicos estimulantes contienen psicofármacos que actúan sobre el centro cerebral del apetito y su efecto desaparece en cuanto se deja el medicamento. Poco aconsejables salvo excepciones.

21 Cómo introducir los alimentos. A partir de los seis meses se pueden ir probando nuevos sabores con gran precaución y muy lentamente.

22 Estrategias. No guardar la comida para la cena. Ponerle en el plato sólo lo que suela tomar aunque sean tres cucharadas, si tiene hambre pedirá más. Evitar las broncas y los sobornos.

23 Vegetarianos. Cuando los padres son vegetarianos los niños pueden vivir perfectamente con una dieta ovo-lacto-vegetariana.

24 Acostumbrarse a comer de todo. Obligarle a comer un determinado alimento es la mejor forma de lograr que lo odie para el resto de su vida. Si no se le fuerza acabará probándolo.

25 Comer solo. Un niño se puede negar a comer porque quiere meterse él mismo el alimento en la boca y no se lo permiten. Aunque se estire la hora del almuerzo y ponga todo perdido es preferible concederles cierta independencia.

Bebes !

La alimentación es fundamental para el crecimiento sano del bebé

 

 

Si el niño está o no bien alimentado durante los primeros años de vida, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, para comunicarse, pensar analíticamente, socializarse efectivamente y adaptarse a nuevos ambientes y personas. 

La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psiquico y social de los niños.

Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida.

Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Es en este periodo que los niños podrán adquirir buenos habitos durante la comida en lo que se refiere a la variedad, al sabor, etc.

Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo.

 

Edad de introducción de los distintos
alimentos en la dieta del lactante

 

 

 

¿Cómo saber cuándo introducir a tu bebé a los alimentos sólidos?

Alimentación del bebe

 

 

 

La alimentación de un recién nacido es primordial para que se desarrolle de forma adecuada, si como padres fallamos aquí, tendremos serios inconvenientes no sólo en el futuro desarrollo, sino en su presente. La alimentación para bebé variará según los meses de vida que tenga, no será lo mismo alimentar a un bebé de 6 meses que a uno de 10, sus deseos de apetito se irán acomodando conforme pase el tiempo y por eso es fundamental saber cómo debemos alimentarlo en cada etapa de su vida.

La alimentación del bebé durante los primeros 5 o 6 meses debe ser sólo a base de leche materna, ya que la misma cubre todas las recomendaciones dietarias y nutricionales del niño; la alimentación a través del pecho, durante este período es el medio ideal para nutrir y alimentar al bebé ya que este alimento lo protege de enfermedades en el futuro. Pero la alimentación del bebé cambiará cuando nuestro niño haya cumplido los 6 meses necesitará de otros nutrientes y es por esto que a partir de aquí empezaremos a incorporar nuevos alimentos.

 

De todas formas la alimentación para bebé no es algo sencillo de planificar y antes de comenzar o implementar cualquier método en su dieta se deben respetar las indicaciones del pediatra, es él quien nos dirá en qué momento se debe cambiar su nutrición y qué tipo de alimentos son los más adecuados para el niño. Los entendidos en la alimentación para bebé señalan que los pequeñines no están preparados todavía para recibir cualquier tipo de alimento, esto se debe a que su aparto digestivo necesita adaptarse a los procesos digestivos que son ya de por sí muy complejos.
A los 6 meses de edad se aconseja darle al bebé alimentos casi líquidos, esto incluye las papillas en pequeñas cantidades, ya que en un principio es habitual que el niño sienta rechazo por nuevos sabores y que tarde mucho en comer sus cucharadas; no nos olvidemos que los bebés hasta aquí solo estaban acostumbrados a succionar, y ahora se les presenta el desafío de comer, de modo que tendremos que armarnos de mucha paciencia.

Muchas con las alternativas que da la alimentación de bebé para comenzar este ciclo: los primeros alimentos que se recomiendan proporcionar al niño son: el yogur, principalmente porque es un alimento rico en calcio, el mismo debe ser entero, en lo posible de vainilla y conservar una temperatura ambiente. El jugo de naranja también se recomienda en esta etapa, éstos deben estar colados y ser siempre naturales; luego tenemos alimentos como la papilla de banana o pera bien pisada o la manzana rallada, muy popular entre los bebés recién nacidos.
Las sopas son alimentos muy buenos para el bebé, en este grupo se recomiendan las sopas hechas con zapallo o semolín, la sopa debe estar hecha sólo con caldo casero de verduras, se deben evitar los caldos concentrados y de carne porque suelen ser muy pesados. El puré de zapallo y zanahorias es otra buena alternativa, las verduras deben siempre estar cocidas al vapor para que no pierdan sus vitaminas que tan bien le hacen al niño. Por último no debemos olvidarnos de los cereales, se deben precocer y su gusto no importa, lo que sí es fundamental es que se mezclen con leche.

La alimentación para bebé tendrá un quiebre recién cuando el niño haya cumplido los 8 meses, aquí se producirá la incorporación de nuevos alimentos, como nuestro niños seguirá en el proceso de adaptación de sabores, es importante que le demos los alimentos por separado para que pueda diferenciar la textura y los sabores; no nos conviene fabricar un sustancioso puré mezclando batata, papa, calabaza, queso y aceite, sino que es recomendable optar por darle los vegetales de a uno por vez.
La alimentación para bebé tendrá un quiebre recién cuando el niño haya cumplido los 8 meses, aquí se producirá la incorporación de nuevos alimentos, como nuestro niños seguirá en el proceso de adaptación de sabores, es importante que le demos los alimentos por separado para que pueda diferenciar la textura y los sabores; no nos conviene fabricar un sustancioso puré mezclando batata, papa, calabaza, queso y aceite, sino que es recomendable optar por darle los vegetales de a uno por vez.
Con respecto a los condimentos en este período debemos decir que están sumamente prohibidos, lo que sí podemos incorporar es aceite crudo, sin calentar, éste puede ser de maíz. Tampoco está permitido darle al niño productos descremados salvo que esta decisión sea de su médico pediatra.
Otro punto fundamental dentro de la alimentación para bebé es la cantidad de veces al día que un niño de 8 meses debe comer, los horarios de cada comida son muy importantes y se debe respetar cada uno de ellos con la intención de marcar un ritmo. En esta edad se le puede dar al bebé solo dos comidas: almuerzo y cena; de más está decir que el lugar en donde el bebé realice sus comidas debe ser agradable y sobre todo tranquilo. Es importante ayudarlo e incentivarlo al uso de la cuchara para que de a poco se vaya adaptando a comer solo.